Conversación con Mercedes Farriols, a propósito de su Retrospectiva: "Una artista sin estructura aparente"

por Laura Pacheco Mora

"Los doscientos niños y niñas en medio de la mierda plástica, con barbijos, sin sonrisas porque con el barbijo, tapaboca, lentes, bufandas y toda la escafandra que nos circunda no hay sonrisa. Y los niños estamos bastante perdidos sin sonrisas. Los que nos reímos todo el tiempo parece que no podemos transmitir la sonrisa, no? Pero sí. La sonrisa traspasa. Esos niños y niñas en medio de esa circunstancia (cualquier similitud con la realidad actual es pura causalidad)"

"Mercedes Farriols... Cineasta"

Laura Pacheco Mora:  ¿que significa para vos el arte?

Mercedes Farriols:  Cuando estaba en segundo grado un día la Maestra de segundo grado llamó con gravedad a mi mamá: ..."Mechita es demasiado imaginativa",... fue el diagnóstico de la sabia y también lapidaria Señorita Clara, de Lengua por otro lado. Es probable que esa mañana le habría entregado un cuento fantástico de algún secreto que Alicia me susurraba al oído en su aburrida clase de Lengua aburrida. Favorablemente mis padres como medicina me mandaban a pintura, canto, guitarra, esgrima, natación, danza y el siempre padecido inglés. Así que a pesar de la previsible Señorita Clara a los 6 años ya surfeaba en la Poesía del Arte para sobrellevar el fastidio de la realidad que nos querían imponer en la escuela. El Arte es el recreo, los colores, la espiritualidad, la imaginación sin límites, el Amor… la Libertad. 

LP:  ¿ y el cine? que te motivó a hacer cine, cómo lo describirías o como lo sentís? 

MF: Vengo de la Danza y de las Letras en mi formación entre los 16 y 23 años. Aunque nunca me desligué de todas las otras ramas que me ayudaron a vivir de una manera espléndida, plena, vital hasta hoy.  Después siempre escribiendo como base me dediqué a la actuación, teatro más que nada. En un momento ya no me alcanzaba y montaba imágenes que me acompañaban detrás de la escena teatral, y eso empezó a crecer y crecer. Editar me fascinaba aunque sin operar. Fui a la Escuela de Bergman. Exploré estudié… me animé otra vez.  Y un día hice Mimu (2001), mujer indígena mujer urbana, como actriz y creadora total en el arte, la voz, la actuación el canto, la foto, el libro. Con Mimu gané la Beca Fondo Nacional de las Artes  hice un salto cualitativo o me hizo dar un salto a mi interior, fui a New York (2003) y a la vez interpretaba Encarnación, la mujer golpeada que me hizo atravesar el mundo y un día me llevó a San Luis, me ofrecieron escribir un guión, ese guión decían que sólo podría dirigirlo yo y así fue. Tuve una producción de lujo con un equipo base de 80 personas, decenas de extras y un elenco increíble. Con Olga, escribí, dirigí, pinté, fotografié. Y me quedé y no me fui más. En el Cine hago todo, canto, bailo, actúo, dirijo, escribo… soy libre. Soy Feliz.  

LP: sé que creas desde la intuición y percepción quedando implícito que, en general: lo lúdico sana realmente...  ¿por o para qué pensás que se da ese fenómeno? 

MF: Simpatizo con la idea de que algunos creadores hablamos de un par de asuntos que nos interesan a lo largo del Camino. Yo escribo, digo y hago lo que no puedo dejar de escribir, decir o hacer. Y si bien toda mi obra está atravesada por mis historias, mi historia, mis miedos, mis miserias y las de mis ancestros ineludibles, en toda mi obra hay un par de asuntos que me surcaron desde pequeña: la incomunicación y la falta de respeto hacia otro y hacia mí por supuesto por no pensar o creer o sentir lo mismo que siente otro o la generalidad.  Esto me llevó y me ocupa en la actualidad a mostrar todas las injusticias e incomprensiones y avances sobre otro, sea una persona, un animal, un árbol… La Naturaleza. En 2011- 2012 creamos con un equipo increíble: Dump Planet, Planeta vertedero. Un mundo de 200 niños y niñas que viven en un Planeta donde sólo hay plástico (valga la metáfora más allá del objeto físico obvio) niñas trabajando con niños, todos con barbijos, como nos toca ahora, en la mugre, sin recursos, con drones vigilando si los niños hacen el trabajo. Si salen, si se esconden, comiendo residuos. Cuando pienso que esto que vivimos ya lo escribí, corroboro lo lúdico de surfear por otros carriles de los que me proponía la Señorita Clara. Gracias, Seño Clara, muchas gracias! Como decía Kafka, gracias papá por haber sido tan hijo de puta conmigo, porque gracias a eso soy quién soy. Y de verdad lo digo, porque creo que bucear, jugar por otro andarivel es lo que nos garantiza la Poesía. Mi Poesía. La Libertad. La interior. La única que debo respetar a toda costa. Siempre. 

LP: Qué mensaje transmitís en general a través de tu cine, lo pensás antes o simplemente fluye en el mientras del hacer... 

MF: Muchas veces, pero muchas muchas, gente que ve una de mis pelis empieza terapia, cambia de empleo o se ocupa de otra cosa que antes no se había animado, se divorcia (muchas veces) o toma decisiones que no se había permitido. Y mucha gente viene y me lo cuenta, o me escribe. Una vez una periodista estaba detrás de una pareja y terminada la peli me dijo: estuve detrás de una pareja que se peleó  y se volvió a juntar 10 veces a lo largo de una hora y media. No es genial? Qué genial! Yo estudié 8 años latín y griego como una presa, bailé clásico a pesar de mí horas y horas cuando estaba en el Teatro San Martín. Me refiero con eso a la estructura que tengo empotrada, la disciplina férrea que me dieron esas disciplinas. Y por suerte de muy chica descubrí a Gordon Craig el marido de Isadora Duncan que ya entonces sostenía que primero tengo que tener mucha variedad de registro de todo tipo en mi brazo o en mi pierna para luego tener libertad y poder expresar lo que realmente quiero. Tomando este concepto yo tengo tanta y tanta información, tanta estructura, tanta “academia” y conocimientos y luego encuentro mi mirada única personal libre, sin estructura aparente. Pero eso me lleva estudio, tiempo, y sobre todo introspección para entonces sí: jugar jugar jugar y entonces resulta espontáneo natural lúdico. Lo que me sale. Lo que no puedo dejar de decir.  

LP: En especial, cuál de tus pelis refleja mejor tu personalidad, tu interior sin máscaras?

MF: Ufff. Justo ahora estamos con las máscaras, los muñecos gigantes. De Contrastes, extirpando máscaras  y Contrastes II, la que se viene. Contrastes… Colgado en el Espacio.  Siempre lo que más me representa es lo que hago hoy, en el Arte, que es mi mundo. En mi mundo que es mi Vida. Esta Retrospectiva que en lo emocional me pega bastante porque me cuenta que pasó la Vida en el Arte, que mis hijas son mis obras, que tanta gente colaboró para contar estas historias, que en definitiva es mi historia, la verdad siento tanto agradecimiento y amor por cada uno, por cada actriz, por cada técnico, hasta por los que se me opusieron tanto por no entender. Creo que sobre todo a esos que se opusieron tanto porque me ayudaron a sostenerme y crear mi propia mirada. Tal vez Inside Outside, la historia de una pintora que tiene una síntesis que me representa. 

Pero es como si a algunas madres les preguntaras cuál es tu preferido. No podría responder. Aunque no todas las madres, no? Gracias a estos hijos que son mis obras, no tengo máscaras. Y las que tengo son para jugar y las comparto con la audiencia para que jueguen conmigo, en conjunto quitarnos alguna que nos está molestando por algún lado.  Por ahí traigo Inside por que es con esta obra que retomé la actuación. Yo como actriz en la peli pero fundamentalmente la Performance que genero con la audiencia y otros Artistas. antes, durante y después de cada proyección. Rescatando el Artista que hay en todo el mundo. A veces dormidito. Y me quedo con esto, que marca la diferencia. Lo vivencial, único, irrepetible, como hacer el Amor, o Meditar. Aquí y Ahora.

LP: quién sos vos? Quiénes somos todos?  ¿Qué te parece que deberíamos escuchar y aprender o reaprender todos durante la PANDEMIA?

MF: Los doscientos niños y niñas en medio de la mierda plástica, con barbijos, sin sonrisas porque con el barbijo, tapaboca, lentes, bufandas y toda la escafandra que nos circunda no hay sonrisa. Y los niños estamos bastante perdidos sin sonrisas. Los que nos reímos todo el tiempo parece que no podemos transmitir la sonrisa, no? Pero sí. La sonrisa traspasa. Esos niños y niñas en medio de esa circunstancia (cualquier similitud con la realidad actual es pura causalidad) conectan, se sienten iguales en algo, unidos? Y conectan. Y conectando… meditando? Cambian el Paradigma. Creo que sólo una niña puede leerlo. Y siguiendo los consejos de la Reina, mi Alicia sigue pensando 7 cosas imposibles antes de arrancar el día. Y la primera de todas es cambiar el Paradigma aquí y ahora. YA. Sin excusas, en lo que me toca, en el trato, en el respeto hacia el medio cuadrado del otro. En la amorosidad, en ser niña. Por favor, que re-aprendamos, recordemos que somos niñas. Y nos encontramos  cantando el Cha Cha Cha de 4 3 2 UNO. Somos Propietarias del Universo…. Somos medio metro cuadrado….Somos… Somos el Planeta entero para Siempreeeeeeeeeeeeeeeeeee. 

GRACIAS POR JUGAR MECHITA!!!