@laupach21
Vive entonces un reencuentro con su entorno familiar, una reunión en la que las muestras de cariño son sempiternas discusiones y la manifestación de rencores y reproches. Se trata de una adaptación de una obra teatral de Jean-Luc Lagarce. El escritor busca el momento adecuado para anunciar su noticia y el motivo de su viaje, dando cuenta que ese momento no existe y que sólo su cuñada, otra extraña en la familia, se dará cuenta, pero no tiene permitido comunicárselo a nadie, se transforma en su cómplice.
Un ejemplo más del trabajo obsesivo, perceptivo, sensible y detallista del Dolan. Diálogos contundentes, miradas cómplices y silencios incómodos, comunican más que las palabras, planos cerrados y primeros planos de rostros y por sobre todo, miradas muy expresivas, dan forma a esta película que atrapa desde que inicia.
El Director busca y genera una gran tensión sin permitirnos respiro, porque su cine es tan realista que olvidamos estar mirando un film, sentimos que estamos en esa mesa familiar, con esas personas. Personajes muy bien construidos y dirigidos, todos muy bien justificados, provocan algo en nosotros: empatía, identificación, rechazo, odio, amor, pero nunca pasan desapercibidos.
Sin lugar a dudas el punto más fuerte de este film, es su inigualable reparto: Nathalie Baye, Vincent Cassel, Marion Cotillard y Léa Seydoux. Aunque Dolan es además un excelente actor y ensaya con ellos, para que cada uno encuentre el alma del personaje, también lo hace en el instante de grabación. Por ese motivo, sentimos tan natural y familiar cada escena y es inevitable participar como si fuésemos un personaje más. Nada es inocente o azaroso en sus creaciones. Y lo más importante se comunica y devela en lo implícito, quizás por eso, los que amamos su cine, iniciamos un camino de ida, porque es como un juego en el que armamos las piezas y comprendemos sus trampas a medida que revemos su trabajo, lo que sucede con pocos directores. Otro recurso muy bien utilizado en su filmografía, son los movimientos de cámara, una impecable fotografía y la música, él ama la música clásica y la utiliza como banda sonora, además de temas de grandes bandas. En este caso, prepondera el piano. El trabajo con la iluminación es realmente extraordinario. Foco y fuera de foco como un diálogo con el espectador por el que siente un enorme respeto.
Nuestros domingos
Es una de las mejores películas del joven e intuitivo Dolan, para los que lo seguimos, un buen acercamiento para los que no conocen su talento y un obligado film para rever. Esa magia que sólo él logra plasmar en sus filmes está muy presente, una sola locación, planos, miradas, diálogos que brindan pistas, música y la atmósfera tensa que sabe generar cuando se trata de una familia reunida. Casi un plan perfecto para este finde largo.
Luego de su consagración con Mommy (2014), el joven Director y Guionista canadiense, Xavier Dolan regresa con Juste la fin du monde (2016), que sigue a un joven y exitoso escritor Louis (Gaspard Ulliel), quien tras doce años de ausencia, regresa a su pueblo natal para anunciar a su familia algo muy importante.
"Si bien, los temas recurrentes en sus filmes son el problema con la madre ridícula y avasallante y la homosexualidad, están planteados aquí pero no forman parte de la premisa principal. Siempre habla de él, aunque en este caso no es protagonista, avanza hacia otros tópicos con esa información en segundo plano, mucho más naturalizada. Se podría decir, que su cine es como su vida, muy sincero y problemático, nos relata cómo transita etapa por etapa y nos invita con franqueza a acompañarlo y conocerlo con sus errores y aciertos."
Clasificación: 10/10
FICHA TÉCNICA:
Título original: Juste la fin du monde
Año 2016
Duración 97 min.
Dirección Xavier Dolan
Reparto Gaspard Ulliel, Nathalie Baye, Vincent Cassel, Léa Seydoux, Marion Cotillard,
Género Drama | Familia. Drama psicológico
No hay comentarios:
Publicar un comentario